Diputación alerta de que la falta de uso puede deteriorar «La Colada»
«Las últimas noticias que tuvimos, hace de eso año y medio, es que había problemas eléctricos para que nos llegara el agua desde La Colada», señaló ayer el gerente de Emproacsa, Luis Moya, tras la presentación oficial de la memoria de 2011 de la empresa provincial de aguas.
Y es que esta presa, de 58 hectómetros cúbicos de capacidad y más de 24 millones de euros de presupuesto, se terminó de levantar en noviembre de 2006, hace ya seis años, pero a fecha de hoy la conexión entre el cuerpo de la presa y los 27 municipios del norte de la provincia -Los Pedroches y el Valle del Guadiato- que se beneficiarían de su agua ni siquiera se ha iniciado, mientras que, por contra, la canalización hasta la comarca de Almadén (Ciudad Real) ya está terminada.
En su día, esta situación supuso un fuerte debate en el Parlamento andaluz, ya que «se da la paradoja de que, estando ubicada en plena comarca de Los Pedroches, llegará el agua antes a los castellanos que al norte de Córdoba», a razón de 1,5 hectómetros de agua anuales, recordó, por su parte, el presidente de Emproacsa, Salvador Fuentes, quien recordó que en la financiación participó la Diputación en un 7,5%, mientras que el ente Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha lo hizo en un 1,3%. Por ello, calificó esa presa de «cúmulo de despropósitos» y consideró necesario despejar dudas al respecto preguntando sobre su situación directamente a la Confederación Hidrográfica del Guadiana, a la que pertenece este embalse.
Es más, Luis Moya recordó que Emproacsa cuenta con una «tubería que enlaza este pantano con la estación de tratamiento de agua potable para la zona norte, ubicado en Belmez». Según eso, en el momento en que La Colada estuviera en servicio, «podría abastecer mejor a esa parte de la provincia, donde ya da servicio Sierra Boyera, pero sería una garantía más de servicio de agua».
Freno en 2009
Haciendo un ejercicio de memoria, Fuentes recordó que se quedó parado el proceso allá por 2009 «por problemas en la red hacia Puente Nuevo y también con la red de distribución», que sufrió algunos cambios. Así, las previsiones iniciales de la Consejería de medio Ambiente era que esa canalización de 43 kilómetros y la estación de bombeo junto a la presa, cuyas obras están adjudicadas a la UTE Detea-Manuel Alba-FCC por unos 19,2 millones, estaría terminada en marzo de 2009, pero luego se prolongó el plazo hasta finales de 2010. A fecha de hoy, se sigue sin saber nada al respecto.
Una vez ejecutada la actuación, la capacidad de regulación del sistema de abastecimiento se verá incrementada con la instalación de un nuevo depósito de 10.000 metros cúbicos.
El problema es, según Fuentes, que «cuando algo no se usa, acaba estropeándose» e hizo un símil con los regadíos del Genil-Cabra, que visitó Isabel Tocino cuando era ministra de Medio Ambiente cuando sólo estaba hecho el canal principal y acabó por deteriorarse por falta de agua.
Entrada original en ABC Córdoba
